LO QUE LLEVAMOS DENTRO
Las emociones mueven a los personajes… y los personajes mueven las historias. Comprobalo.
Las emociones mueven a los personajes… y los personajes mueven las historias. Comprobalo.
Una conversación, en sí misma, puede ser fuente de un gran cuento.
¿Y si pensamos que todo fin es un inicio?
¿Por qué no ir empeorándole la vida a los personajes y ver qué historia surge?
Date una vuelta por Londres y pedile a Holmes o a Bond que te ayuden con un caso que no podés resolver?
Los científicos han inventado una máquina para establecer conversaciones con personajes conocidos en lugares y tiempos específicos. Está en versión de prueba (beta), con lo cual por ahí hay algún que otro malfuncionamiento, pero nada que no pueda resolverse… creemos.
La vida, como la esfinge, nos somete a acertijos que tenemos que resolver.
¿Y si alguien abre los ojos y se encuentra en un desierto del que lo ignora absolutamente todo?
Cada muro se merece dos miradas distintas.
Observar al otro, imaginarle un nombre y una ocupación… ¿nunca se te ocurrió hacerlo?